Rodrigo Jimenez-Alvarado

Rodrigo Jimenez, age 58, of Holland, Michigan, passed away peacefully on Thursday, January 2, 2025, after a brave and extended battle with cancer.

Rodrigo was born on February 5, 1966, in Tamaulipas, Mexico, to Rodrigo Sr. and Mariana Jimenez Alvarado. On November 16, 1996, he married the love of his life, Mirna Jimenez Villarreal. Together, they raised three wonderful children: Alexis (23), Gilma (22), and Eduardo (21). They delighted in their cherished one-year-old grandson, Greyson. Rodrigo was incredibly proud of his children and was always amazed by their accomplishments, great and small.

In December of 1999, Rodrigo gave his life to Christ and formed a deep and personal relationship with the Lord. He was a faithful member of Holland Baptist Church and Iglesia Sublime Gracia. His faith was the foundation of his strength, and throughout his illness, he knew that God was in control of his life, his family, and his journey. In his final days, while his body grew weaker, his faith only deepened. Rodrigo shared the love of Jesus with everyone around him, bringing peace and comfort to all who visited. His unwavering faith and peaceful spirit were an inspiration to all who knew him. Rodrigo was known for his warm smile, infectious laughter, and joyful spirit. He always had a joke ready and could brighten anyone’s day. His love for fishing was well-known, especially his excitement in catching the “big one” — the prized salmon. He also had a deep love for playing his guitar, as he formed part of the worship team at church. In later years he developed a passion for composing music to honor and glorify the Lord. He shared his love for music with his grandson, Greyson, who he adored.

Rodrigo was preceded in death by his beloved mother, Mariana Jimenez.

He is survived by his father, Rodrigo Jimenez Sr.; siblings, Enrique (Anabel) Jimenez and their daughters, Brenda, Crystal, and Denisse; Leticia (Gerardo) Torres and their children, Gerardo Jr., Josue, and Giselle; Gricelda (Alfredo) Gavina and their children, Nancy, Edith, and Mark; Adelaido (Sonia) Jimenez and their sons, Samuel and David; Blanca (Tom) Zingelman and their children, Ayme, Caleb, and Sarah; Claudia (Fernando) Abella and their children, Ezequiel, Kristian and Kimberly; Beatriz (Steve) Downing and their children, Stephanie, Julio, Iris, and Andrew; Ana Jimenez and her children Rogelio Jr., Katie, Gabriela, and Adrian; Veronica (Jorge) Barrera and their children, Erica, Karina, Alicia, Abigail, Ana, and Jorge Jr.; Joel (Stephanie) Jimenez and their children, Oscar, Jazmin, and Jayla; Daniel (Cecilia) Jimenez and their children, as well as, many aunts, uncles, cousins, and extended family who loved him dearly.

Rodrigo’s family meant the world to him, and he will be missed deeply by all who were fortunate enough to know him. His legacy of love, laughter and faith will live on in the hearts of his children, grandchildren, and all who loved him.

May he rest in peace, knowing his love and faith will continue to shine brightly.

The family will receive visitors on Monday, January 6, from 4:00pm to 8:00pm, at the Dykstra Funeral Home - Mulder Chapel, 188 West 32nd street, Holland. A funeral service will be held on Tuesday, January 7, at 1:00pm, at the Dykstra Funeral Home - Mulder Chapel. Visitation will also be held on Tuesday from 11:00am until the time of service at 1:00pm. Interment will be in Graafschap Cemetery.

Professional service entrusted to the Mulder Chapel.

Rodrigo Jiménez, de 58 años, de Holland, Michigan, falleció en paz el jueves 2 de enero de 2025, después de una valiente y prolongada lucha contra el cáncer.

Rodrigo nació el 5 de febrero de 1966 en Tamaulipas, México, hijo de Rodrigo Sr. y Mariana Jiménez Alvarado. El 16 de noviembre de 1996, se casó con el amor de su vida, Mirna Jiménez Villarreal. Juntos criaron a tres maravillosos hijos: Alexis (23), Gilma (22) y Eduardo (21). Se deleitaban con su querido nieto de un año, Greyson. Rodrigo estaba increíblemente orgulloso de sus hijos y siempre se asombraba de sus logros, grandes y pequeños.

En diciembre de 1999, Rodrigo entregó su vida a Cristo y formó una relación profunda y personal con el Señor. Fue un miembro fiel de la Iglesia Bautista de Holland e Iglesia Sublime Gracia. Su fe fue el fundamento de su fortaleza, y a lo largo de su enfermedad, sabía que Dios estaba en control de su vida, su familia y su camino. En sus últimos días, mientras su cuerpo se debilitaba, su fe solo se profundizaba. Rodrigo compartió el amor de Jesús con todos los que lo rodeaban, trayendo paz y consuelo a todos los que lo visitaban. Su fe inquebrantable y su espíritu pacífico fueron una inspiración para todos los que lo conocieron. Rodrigo era conocido por su cálida sonrisa, su risa contagiosa y su espíritu alegre. Siempre tenía una broma lista y podía iluminar el día de cualquiera. Su amor por la pesca era bien conocido, especialmente su emoción al atrapar “el grande”: el codiciado salmón. También tenía un profundo amor por tocar la guitarra, ya que formaba parte del equipo de alabanza en la iglesia. En sus últimos años, desarrolló una pasión por componer música para honrar y glorificar al Señor. Compartió su amor por la música con su nieto, Greyson, a quien adoraba.

Rodrigo fue precedido en la muerte por su amada madre, Mariana Jiménez.

Le sobreviven su padre, Rodrigo Jiménez Sr.; sus hermanos, Enrique (Anabel) Jiménez y sus hijas, Brenda, Crystal y Denisse; Leticia (Gerardo) Torres y sus hijos, Gerardo Jr., Josué y Giselle; Gricelda (Alfredo) Gavina y sus hijos, Nancy, Edith y Mark; Adelaido (Sonia) Jiménez y sus hijos, Samuel y David; Blanca (Tom) Zingelman y sus hijos, Ayme, Caleb y Sarah; Claudia (Fernando) Abella y sus hijos, Ezequiel, Kristian y Kimberly; Beatriz (Steve) Downing y sus hijos, Stephanie, Julio, Iris y Andrew; Ana Jiménez y sus hijos, Rogelio Jr., Katie, Gabriela y Adrián; Verónica (Jorge) Barrera y sus hijos, Erica, Karina, Alicia, Abigail, Ana y Jorge Jr.; Joel (Stephanie) Jiménez y sus hijos, Oscar, Jazmín y Jayla; Daniel (Cecilia) Jiménez y sus hijos, así como muchos tíos, tías, primos y familiares extendidos que lo amaban profundamente.

La familia de Rodrigo significaba el mundo para él, y será profundamente extrañado por todos los que tuvieron la oportunidad de conocerlo. Su legado de amor, risa y fe vivirá en los corazones de sus hijos, nietos y todos los que lo amaron.

Que descanse en paz, sabiendo que su amor y su fe seguirán brillando intensamente.

La familia recibirá visitas el lunes 6 de enero, de 4:00 p.m. a 8:00 p.m., en la funeraria Dykstra – Mulder Chapel, 188 West 32nd Street, Holland. El servicio funerario se llevará a cabo el martes 7 de enero, a la 1:00 p.m., en la funeraria Dykstra – Mulder Chapel. También se llevará a cabo una visita el martes desde las 11:00 a.m. hasta la hora del servicio a la 1:00 p.m. La sepultura será en el Cementerio Graafschap.

Servicio profesional confiado a la funeraria Mulder Chapel.